Maestra en Escocia, emigró con su esposo a Estados Unidos y, al divorciarse y estar esperando un hijo, comenzó a trabajar como criada del director del Observatorio de Harvard. Poco tiempo después, se encargaba de revisar cuidadosamente las placas fotográficas del cielo, algunas de muy mala calidad, obteniendo resultados tan excelentes como el descubrimiento de la nebulosa Cabeza de Caballo. Acabó siendo nombrada conservadora del archivo fotográfico, el primer cargo institucional de Harvard en manos de una mujer. Descubrió 59 nebulosas, 310 estrellas variables y 10 novas. Contribuyó a caracterizar los espectros de las enanas blancas, Se puede encontrar un articulo sobre sus aportaciones en este PDF.